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Laser

FAQ: preguntas frecuentes

El láser en el rejuvenecimiento facial es llamado "resurfacing con láser", y constituye una técnica de uso frecuente para lograr el rejuvenecimiento facial y para tratar las arrugas y las lesiones cutáneas.

El mecanismo consiste en la vaporización de finas capas cutáneas con un control preciso de la profundidad a la que se llega, lo cual representa una de las grandes ventajas del láser frente al peeling y a la dermoabrasión.

La destrucción selectiva producida por el efecto térmico del láser se apoya en dos importantes elementos, base de la fototermólisis selectiva cuyo objetivo es evitar la destrucción del tejido circundante impidiendo la difusión térmica:

  • Una longitud de onda apropiada, cuya absorción está determinada por el cromóforo del tejido, proporcionando selectividad.
  • Una densidad de energía o fluencia capaz de evaporar el tejido, teniendo en cuenta que el tiempo de irradiación debe ser menor al tiempo de relajación térmica de la piel (tiempo que tarda el tejido diana en perder el 50% de su calor incidente sin propagar calor al tejido vecino).

Los siguientes tratamientos son posibles con láser, luz pulsada y radiofrecuencia:

  • Depilación: La depilación progresiva (también conocida como definitiva) permite disminuir el crecimiento del vello en forma paulatina. Se puede realizar en todo el cuerpo: rostro, bozo, mentón, axilas, areola mamaria, abdomen, espalda, pelvis (cavado: normal, medio, etc.), piernas, brazos y manos.
  • Rejuvenecimiento: Esta tecnología está al servicio del rejuvenecimiento facial y corporal. Mejora la calidad de la piel porque la renueva; aporta mayor elasticidad; disminuye las arrugas, manchas y cicatrices aberrantes (producidas por acné o por algún otro factor); disminuye el diámetro de los poros de la piel. Actúa sobre tejidos deteriorados: arrugas finas alrededor de los ojos, arrugas en las mejillas (asociadas al exceso de sol o daño solar), arrugas peribucales (asociadas a la disminución de los tejidos de sostén), arrugas en cuello y escote, léntigo solar, queratosis, irregularidades en la superficie de la pie, etc.
  • Acné y rosácea: Es una técnica simple y bien tolerada en el tratamiento de este tipo de afecciones. En el caso del acné, trabaja sobre las secuelas y cicatrices dejadas por este problema de la piel. Se puede realizar en cara, pecho, escote y espalda y disminuye las cicatrices hiperpigmentadas. En el caso de la rosácea, cuperosis, es un tratamiento que trata de reparar el daño superficial de la piel. Elimina manchas rojas venosas, capilares dilatados de aspecto reticular o lineal, color azul rojo o morado y disminuye el engrosamiento de la piel, producto de esta afección.
  • Tensado de la piel: Mejora el metabolismo celular y, por el aumento de formación de colágeno en la piel y en el tejido subcutáneo, otorga mayor tonicidad en la piel.
  • Afecciones vasculares y pigmentadas: En el retorno de la circulación sanguínea, pueden producirse daños en algunas válvulas venosas, debilidad en sus paredes que desencadenan en la formación de "arañitas" (telangiectasias), dilatación permanente de capilares o pigmentación en la piel. Cuando se trata de reparar un daño superficial, puede ser utilizado el láser.
  • Acné: Es un trastorno de la piel, en la unidad folículo-sebácea, que se produce por la confluencia de uno o varios factores: predisposición de cada individuo, cambios hormonales, aumento en la producción del sebo, inflamación del folículo, infección del material existente en el folículo, deficiencia en la higiene diaria de la piel, etc. Se utiliza el láser en este tipo de afección para eliminar las secuelas pigmentarias por la neoformación de melanina y para el "relleno" de las zonas con alteraciones, porque el láser no sólo provoca abrasión y afinamiento de la piel, sino que también promueve la producción de colágeno y de proteoglicanos que realizan un efecto "relleno" en esas depresiones.
  • Rosácea: Es una dermatopatía afecta la piel de la cara y que se caracteriza por la dilatación de vasos capilares, telangiectasias y, en algunos casos, se combina con la aparición de pústulas, pápulas en las zonas seborreicas y mediofaciales, y pueden aparecer, con el tiempo, pigmentaciones acastañadas. En estos casos, se combina bien el tratamiento con el uso de láser, ya que mejora el aspecto de la piel, disminuye la dilatación de capilares y elimina las "manchas" o su pigmentación.